CAMINO DE SANTIAGO A CABALLO

¿Habéis  probado alguna vez realizar el camino de santiago en caballo? Bien,  pues os voy a contar mi experiencia e informaros un poco y daros una idea por si estáis interesados.

El camino de santiago ya es duro de por sí pero, a caballo todavía más ya que, tienes otra preocupación que si vas caminando o en bicicleta, el caballo se cansa tienes que parar para darle de beber..... Pero fue una experiencia increíble e inolvidable, yo he ido ya dos veces y este año voy a repetir por eso quiero informaros para animaros a venir, claro, para hacer este camino te tienen que gustar mucho no lo siguiente los caballos porque estaréis día y noche con ellos, pasaréis todo el día con ellos bueno, con el caaballo que has escogido para ir.

El primer día tendréis que llevar una maleta y, os aconsejo que llevéis varios repuestos de pantalones de montar, otras  botas  de montar. En mi caso, llevé botas altas y botines con sus respectivas espuelas y demás cosas que necesitéis, eso en la maleta que las recogen en un remolque y hasta que hagáis una parada en un lugar para dormir no las veréis más. Por eso, es muy importante que llevéis una mochila pequeña, os aconsejo que sea  una riñonera, más que nada  por la comodidad  porque, si en algunos caminos os ponéis a galopar no os harán rozaduras y no se os romperán las asas de la mochila, lo sé por experiencia jaja.

¿Y qué llevamos en la riñonera? Esa fue la pregunta que le hice a mi profesor de equitación, lo que hay que llevar es:

Una botella de agua pequeña, el móvil, pañuelos, algo para comer(eso depende de la escuela de equitación en mi caso, no tuve que llevar nada para comer porque ya nos las daban allí), monedero, crema solar  y creo que nada más, vaya,  eso es lo más imprescindible pero, cada uno ya va eligiendo de lo que le va mejor.

¿Y cómo fueron los días?

El primer día como dije anteriormente, preparas las maletas y luego, a el caballo con el que vas a pasar los cuatro días. Esto es muy importante ya que, hay que limpiarlo, ponerle los protectores, echarle vaselina en los laterales de las cinchas para las rozaduras y en la cara para las rozaduras que le puedan hacer las cabezadas.

Después de haber hecho todas esa cosas, nos ponemos en marcha a Santiago de Compostela.

¿Y se hizo muy pesado el camino?

Pues la verdad es que no pero, los dos últimos días creo que son los más pesados de los cuatro ya que, se han hecho ya varios kilómetros y esos dos día se hacen aún más pero, parábamos a descansar para que los caballos se refrescasen y pudiesen beber y nosotr@s también por lo que eso ayuda a que no nos casemos tanto.

¿Y qué hacíais todos los días?

Nos levantábamos bastante temprano para ser verano, jaja, sobre las 7:00h ya que teníamos que estar abajo para desayunar a las 8:00h, para que nos diése más tiempo a preparar las mochilas y a los caballos.

¿Y no amargaba unj poco levantarse tan temprano?

No, a ver es cierto que a esas horas nadie quiere levantarse pero, como te levantabas a gusto porque ibas a ir dentro de unos minutos a ver a los caballos e ir a montar pues, no te amargaba sino que, te alegraba.

Y bueno, todos los días eran así, hacíamos bastantes paradas para comer algo y beber y para que los caballos descansasen un poco y luego, vuelta a seguir.

El último día llegamos a la plaza de Santiago de Compostela, a la Catedral, había mucha gente haciéndonos fotos y dimos unas galopadas en círculos e incluso algunos se emocionaron por haber llegado y, nos regalaron un collar de la concha del p'eregrino de Santiago de Compostela.

Y, podría seguir hablándoos del Camino pero, quiero que lo disfrutéis vostr@s mism@s para que lo podáis comprobar  porque, de verdad, fue un recuerdo inolvidable,  yo este año volveré a repetir porque no me canso de ir, me encantó y espero que vosotr@s os animéis a ir porque, os encantará tanto como a mí.