La Doma.¿Cuál es el mejor camino?

Empiezo planteando una pregunta que pretendo ir respondiendo a lo largo de este artículo. Profesionales, aficionados, todos hemos vivido, visto, leído u oído hablar acerca de la doma del caballo. Y cierto es que no hay una ciencia exacta para ello.

 Lo que si es cierto es que cada vez más gente está demostrando con formas diferentes, que el caballo puede ser educado de una forma muy distinta a la que estábamos acostumbrados hasta hace poco (al menos en este país).

Definición de Doma:

Según los diccionarios la palabra DOMA significa:   

a) Hacer que un animal sea menos salvaje, mas predecible, mas controlable.

b) Transformar un animal salvaje en un animal doméstico.

Y eso es lo que pretendemos con el caballo con la actividad añadida que es la EQUITACIÓN, o sea, montarle.

Obviamente no es tarea sencilla hacer de un animal con un carácter tan asilvestrado como es el caballo, y estoy generalizando porqué se que hay caballos sin domar que no parecen nada salvajes.

¿Que esperamos nosotros de un caballo domado?

Además de “domesticar” al caballo, queremos que aprenda muchas cosas, algo que en nuestra mente parece SENCILLO pero que en realidad no lo es.

• Que nos obedezca des del suelo, en paso trote y galope
• Que nos permita montarle
• Que nos obedezca montado, en paso, trote y galope
• Que renuncie a sus instintos de supervivencia para estar NOSOTROS seguros encima de ellos o a su lado 
  
  

  

cuando las expectativas son mayores, también queremos…
•   Que realice ejercicios vistosos des del suelo
•    Que realice esos mismos al montarle
•  Que pueda competir (cargarlo en un remolque/camión, que se acostumbre a viajar, etc.)
• Que pueda saltar a nuestra orden y en la cuantía que nosotros creemos que PUEDE
• Que pueda llevar unos cuantos kilos de peso arrastrado detrás suyo, sin acobardarse
•   Y un largo etcétera…

  

 Todos estos propósitos que tenemos con ellos, y personalmente me incluyo en el saco, son cosas que se han hecho siempre pero no por ello significa que sean FÁCILES de enseñar por nuestra parte, ni NADA FÁCILES de aprender por parte de los caballos.