¿Porqué es tan importante el cuidado de los cascos en los caballos?
El cuidado de los cascos del caballo
es una tarea fundamental dentro de los cuidados del animal y es que la
falta de limpieza en ésta zona y/o el uso de camas excesivamente húmedas
pueden provocar enfermedades a nuestro caballo. El 80% de las consultas
realizadas a veterinarios respecto nuestros caballos se refieren a la
cura de sus patas. Veterinarios y cuidadores afirman que “sin casco no
hay caballo”.
Para dar los cuidados adecuados primero conviene conocer la estructura del casco.
Los cascos del caballo se podrían dividir en 3 partes principales:
- Pared: Es la zona exterior del casco, su crecimiento se produce desde la corona hacia abajo.
- Suela: Tiene la misión de proteger el casco de posibles lesiones, es ligeramente cóncava y su delgadez la convierte en una zona muy sensible.
- Ranilla: Mecanismo antideslizante y
amortiguador que facilita al casco el movimiento de contracción y
extensión en cada paso. Es fundamental mantener ésta zona limpia para
evitar enfermedades del casco. Los cascos del caballo se nutren e hidratan de la sangre de los capilares laminares, el tejido corneo absorbe la humedad del interior de la sangre y la pierde por evaporación hacia el exterior (como el resto de partes del cuerpo). Si ésa pérdida es excesiva, los cascos se desecan y se agrietan. Para evitar que pierdan humedad se utilizan productos que actúan como selladores de microporos y aíslan el casco.Como selladores existen variedad de productos según el nivel de sellado que aporten, vamos a describirlos por orden:
- Aceite de cascos: poco sellador pero que aportará propiedades anti-bacterianas y anti-hongos y brillo. Se recomienda un uso diario
- Pomadas y grasas para casco de caballos: aportan más sellado que el aceite, evitaran el agrietamiento y favoreceran la elasticidad del casco. Algunos productos de éste tipo son: pomada de cascos verde o negra, el bálsamo Cornucrescine para cascos ideales para uso diario o la la pomada Cornucrescine de uso semanal.
- El alquitrán más sellador que los anteriores. Proporciona una barrera impermeable y antibacteriana. De uso esporádico.
Si el casco está seco deberemos usar un producto que lo ablande, son productos que rompen las cadenas de queratina y permiten que vuelva a extraer la humedad de dentro del casco.- Bálsamo hidratante: Adecuado para cascos secos y quebradizos; ideal para el uso diario.
En caso contrario, es cascos demasiado blandos deberemos aplicar un gel fortalecedor para crear “una barrera” para proteger el casco de la absorción excesiva de agua y orina. Ideal para uso diario.Antes de aplicar cualquier producto es conveniente que el casco esté limpio y seco. Para limpiarlo utilizaremos un limpiacascos. El mejor momento para limpiar los cascos es justo antes de salir a montar a caballo, de ésta forma si el caballo empieza a cojear será fácil ver si tiene algo que le pueda molestar.Una vez revisadas las herraduras y asegurarnos de que los clavos están todos en su sitio procederemos con la limpieza del casco de la siguiente forma- Intentaremos eliminar la suciedad desde el talón hacia abajo, intentando no penetrar en las zonas blandas de la ranilla.
- Observamos que no haya ninguna piedra o elemento punzante en los surcos laterales de la ranilla.
- Limpiaremos la ranura central con la máxima atención en encontrar cualquier señal de podredumbre, grieta o sequedad.
Y recordad siempre " sin casco no hay caballo".
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